Sin acuerdo con los gobernadores, Mieli decidió no enviar el proyecto al Congreso. Si buscará eliminar las PASO y el financiamiento estatal de las campañas a los partidos políticos para las elecciones legislativas del año próximo.
Luego de amagues en uno y otro sentido, el Gobierno decidió que convocará a sesiones extraordinarias, aunque con un temario todavía incierto. Entre los proyectos que incluiría la convocatoria figura la reforma política, que incluye la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) y el financiamiento estatal a las campañas electorales, además de la reforma a la ley orgánica de los partidos políticos.
Aunque en el oficialismo no tienen certeza de contar con los votos, sumaría otras iniciativas a cambio del acompañamiento de los bloques colaboracionistas como la privatización de Aerolíneas Argentinas, que ya tiene dictamen en Diputados impulsado por el macrismo. En cambio, la inclusión del Presupuesto 2025 está casi descartado ante el rechazo del Gobierno a los reclamos de las provincias. Mientras que aún está en duda si se incluirán los pliegos de los jueces propuestos por el Ejecutivo para ocupar las dos vacantes vigentes en la Corte Suprema.
La definición del Gobierno de convocar a extraordinarias fue divulgada por un alto funcionario del Gobierno, tras la reunión de Milei con todo su gabinete, que incluyó una foto de familia sonriente alrededor del Presidente que exhibía una motosierra sobre la mesa de cristal como símbolo de la destrucción del Estado.
Allí dieron por seguro que el temario incluirá la reforma política, que obsesiona a la Casa Rosada. Se trata de dos leyes que el Ejecutivo envió al Congreso pocos días atrás. Una propone la eliminación de las PASO y el sostenimiento estatal de los partidos políticos, las campañas electorales y los spots publicitarios gratuitos para que los mismos difundan sus propuestas. El Gobierno quiere convertirlo en ley y ponerlo en vigencia para las elecciones legislativas del año próximo con dos premisas centrales. Por un lado, sin primarias pondría en aprietos al resto de la oposición para dirimir diferencias y candidatos. Por el otro, dejar en manos privadas el financiamiento de la campaña electoral, donde el oficialismo está seguro que no tendrá dificultades para recaudar fondos de las corporaciones y magnates que apoyan su gobierno.
El otro modifica la Ley Orgánica de los Partidos Políticos. Tras conseguir recientemente el reconocimiento de La Libertad Avanza como partido nacional, el gobierno propone aumentar las exigencias para obtener esa personería. Entre ellas su reconocimiento en 10 de los 24 distritos electorales del país y ya no 5 como ahora. Y conseguir al menos el 3 por ciento de los votos en dos elecciones consecutivas para poder seguir presentándose a los comicios. El argumento que esgrime el Gobierno es “terminar con los sellos de goma”. Los mismos de los que se valió Milei para ser candidato.