Es la hija de Noemí Macedo y Daniel Inama, secuestrados en noviembre de 1977. “Hoy sabemos un poco más quiénes somos, no solo ella, sino todos y todas porque, a veces, la realidad nos pasa por encima. Otras nos regala un abrazo, una certeza, una alegría de que el mundo y este país es un lugar de encuentro”, celebró su hermano Ramón Inama.
Estela de Carlotto bajó triunfal las escaleras de la Casa por la Identidad. La sonrisa no le cabía en el rostro. Había recorrido el mismo camino tan solo tres semanas atrás, y con el mismo objetivo: anunciar que las Abuelas de Plaza de Mayo seguían encontrando a los bebés robados durante la dictadura –a pesar de los pesares y del avance del negacionismo hasta convertirse en la política oficial. En este caso, Estela llegó hasta el escenario para comunicar que habían hallado a la nieta 139, hija de Noemí Macedo y Daniel Alfredo Inama, secuestrados en noviembre de 1977 y desaparecidos desde entonces. “Inexorablemente, la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a luz”, celebró la presidenta del organismo de derechos humanos.
El auditorio de la Casa por la Identidad está repleto. Se escuchan unos golpes en la puerta lateral. Es Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Llega en una silla de ruedas que empuja Horacio Pietragalla Corti, exsecretario de Derechos Humanos de la Nación y uno de los nietos que encontraron las Abuelas. Pietragalla mira hacia abajo del escenario para cerciorarse de que sus dos hijas estén bien. Taty responde a los saludos y agita sus brazos.
A los pocos minutos, Estela de Carlotto baja por las escaleras. La secunda Buscarita Roa, la vicepresidenta de la institución, que llega acompañada por su nieta Claudia Poblete. En el escenario se acomodan varios nietos: Victoria Montenegro, Andrés La Blunda, Miguel Santucho, Guillermo Amarilla Molfino, Catalina de Sanctis Ovando, Leonardo Fossati, entre otros. Manuel Goncalves Granada, nieto y secretario ejecutivo de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), recorre a paso acelerado las escalinatas para leer el comunicado junto con la presidenta de las Abuelas.
“Iniciamos el 2025 con la felicidad de otro encuentro”, comienza Estela. A su izquierda, un muchacho sonríe y casi se esconde detrás de las fotos y de una jarra de agua. Es Ramón Inama, uno de los hermanos de la Nieta 139.
Son pocos los datos que se conocen, por el momento, de la mujer que está por cumplir 47 años. En noviembre, la contactaron desde la Conadi porque Abuelas tenía denuncias anónimas que indicaban que podría ser hija de desaparecidos. Ella accedió a testearse en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). La confirmación llegó mucho antes de lo que esperaba, tanto que la novedad la sorprendió de vacaciones fuera del país.
“Es un acto de justicia, un acto de reparación”, celebró Ramón, que el lunes por la tarde recibió una visita de Goncalves en su casa de La Plata para anunciarle que habían encontrado a su hermana.