Luego de una semana repleta de obstáculos institucionales, el Ciclón se impuso en los penales ante un Bicho que se despidió con la frente en alto. Crónica de un partidazo desde el bodegón que está a la vuelta del estadio.
Los primeros 45 el partido se concentró en el mediocampo. El conjunto de Nicolás Diez ensayó algunas jugadas asociadas pero sin mucha injerencia de Alan Lescano ni las intervenciones necesarias de Tomás Molina y Nicolás Oroz para romper el cero.
En la segunda parte, el juego pasó por los nervios de los dueños de casa que veían pasarlos minutos sin llegar al gol y los de Boedo, con la experiencia de su entrenador que siempre transmitió tranquilidad, supieron esperar hasta dar con la jugada que expuso la calidad de Muniain. El español habilitó a Herrera, quien apuntó un centro desde el lateral derecho y Andrés Vombergar abrió el marcador con un cabezazo que el Ruso Rodríguez, volada mediante, no llegó a tapar.
Triunfazo de San Lorenzo para aminorar las llamas de los conflictos institucionales. Ahora a esperar por el rival que salga del encuentro entre River y Platense. Los de Argentinos, más allá de la derrota, aplaudieron al equipo y confían en que el camino es por acá. “Más allá del resultado, nosotros somos seis los que vamos a la cancha y siempre nos venimos contentos por el nivel de juego. Es un equipo que propone”, concluye Jorge “Polo” Quinteros, director de los centros de entrenamiento y captación de Argentinos Juniors, que renueva los votos en Nicolás Diez. “Es nuestro, es del club”.